Al son de campanas, vórtices, sonidos subacuáticos y “sonidos” electromagnéticos, Sigma es la suma de tres obras electroacústicas inspiradas en diferentes fenómenos naturales, atravesadas por una misma intención: investigar creando.

Estudios tímbricos es una obra experimental que integra elementos sonoros de características variadas: campanas, por su complejo despliegue armónico; sirenas, por sus glissandi periódicos; sonidos eléctricos, por su carácter artificial; y sonidos subacuáticos, por su comportamiento acústico no tradicional. La combinación y transformación de estas cuatro clases de sonidos resultaron en un escenario abstracto que explora una serie de posibilidades acústicas creativas que buscan exceder los límites de la realidad.

Messier 101 es un viaje sensorial que comienza en el bulbo de una galaxia espiral y continúa desplazándose hacia afuera del circuito, es decir, siguiendo una dirección opuesta a la corriente. Durante este tránsito, distintos planos temporales conviven simultáneamente y sus elementos circulan a una velocidad acorde a su “cercanía al núcleo galáctico”. El desarrollo del ambiente tiende a conjugaciones sonoras cada vez menos densas para finalmente alcanzar los márgenes en el vacío, en el silencio.

Musica Universalis presenta un trasunto audible del espacio exterior, una imagen sonora construida a base de “sonidos” del universo (información electromagnética de cuerpos celestes transformada en audio) y material musical propio. Pulsos, rugidos, ruido blanco y silbidos ululantes son algunos de los cantos secretos del cosmos que, por su propagación no elástica en la vacuidad, permanecen mudos en la vida real. Introducen esta obra las voces de Eugene Curran y John Young durante la misión Apolo 10 diciendo: “¿oyes eso? ese sonido de silbido 'Whoooo'. Suena como... ya sabes, música como del espacio exterior”).



EN:

Amidst bells, vortices, underwater sounds and electromagnetic "sounds", Sigma is the sum of three electroacoustic works inspired by different natural phenomena and intersected by a common intention: to investigate by creating.

"Timbral studies" is an experimental piece that integrates elements of varied characteristics: bells, for their complex harmonic deployment; sirens, for their periodic glissandi; electric sounds, for their artificial nature; and underwater sounds, for their non-traditional acoustic behavior. The combination and transformation of these four classes of sounds resulted in an abstract scenario that explores a series of creative acoustic possibilities, seeking to exceed the boundaries of reality.

"Messier 101" is a sensory journey that begins at the core of a spiral galaxy and continues outward, following a direction opposite to the flow. During this transit, different temporary planes coexist simultaneously, and their elements circulate at a speed according to their "proximity to the galactic nucleus." The development of the ambiance tends to feature increasingly sparse sound combinations, finally reaching its margins in the void, the silence.

Finally, "Musica Universalis" presents an audible image of outer space based on the "sounds" from the universe (electromagnetic information from astronomical objects transformed into audio) and original musical material. Pulses, roars, white noise, and whistling whirs are some of the cosmic secret chants that, due to their non-elastic propagation in the vacuum, remain silent in real life. The piece opens with the voices of Eugene Curran and John Young during the Apollo 10 mission, saying: "you hear that? that whistling sound, 'Whoooo.' Sounds like... you know, outer-space type music."